The Witcher ¿Mejor que Game of Thrones?

The Witcher ha llegado a Netflix y con ella una historia de brujería y acción que durante mucho tiempo fue promovida como algo que podría superar a Juego de Tronos. ¿Lo logra?

Claro que no, porque es algo totalmente distinto. La saga de George RR Martin es principalmente un drama político con componentes fantásticos y acción. Puede haber escenas de peleas y violencia, pero lo que sustenta la historia es la continuidad de diálogos atractivos en los que se da una verdadera confrontación.
The Witcher es más parecida a Calabozos y Dragones o lo menos profundo de El Señor de los Anillos. Se basa en una serie de cuentos y novelas de fantasía heroica creada por el escritor polaco Andrzej Sapkowski. Ya tuvo una adaptación para televisión en Polonia, a principio de siglo, pero no tuvo tanto éxito. Ahora, Netflix quiere aprovechar del material existente, una docena de novelas y varios videojuegos, para tratar de durar varios años. En mí caso no he leído ni jugado nada de The Witcher. No obstante, me gusta el género y por eso voto porque la serie siga adelante, aprendiendo de sus errores, que los tiene.
En principio, el apartado visual es impresionante, principalmente en el look de Henry Cavill, quien encarga al brujo Geralt de de Rivia. Sin embargo, el televisivo estilo de grabación y los diálogos entre los personajes como que aburren por momentos. El protagonista habla hasta con el caballo.
Hay acción, pero dosificada. Me recordó a Las aventuras de Hércules o a Xena, la Princesa Guerrera, pero con más presupuesto, tetas y sangre. Los responsables de la serie se toman todo el tiempo del mundo para contar la historia, y eso en capítulos de 1 hora de duración puede cansar.
 Es como que le falta el último toque para ser algo más grande. Y un montón para ser algo parecido a Juego de Tronos.

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