Dark ha sido la serie que le permitió a Netflix ser considerado un servicio de streaming global por definición. Una producción alemana que logró llegar a todos los rincones del mundo gracias a la gestión de contenidos de la empresa.
Una excelente factura técnica cuidada y un presupuesto ajustado a lo que se quiso presentar.
Sin lugar a dudas, a lo largo de sus tres temporadas Dark supo generar distintas emociones en los espectadores y los condujo por múltiples senderos, muchos de ellos sin una salida.
Las aventuras y desventuras de las familias de Winden, Alemania.
En su última temporada, los responsables de la serie se la ingeniaron para responder la mayor parte se los interrogantes que generaron. Y esto se logró con episodios cargados de datos como fechas, nombres, relaciones de parentesco.
Y ese umbral final, Dark se ha revelado como una serie donde la historia está por encima de sus personajes, y en la que el todo es más que la suma y la resta de las partes. El desarrollo es dramático y doloroso, porque muchos de esos personajes terminan destruidos, víctimas de una tragedia de la que no pueden escapar.
Tal vez el punto más alto de la temporada sea el capítulo 5, donde se registran muchas situaciones que no dejan indiferente a la audiencia.
Y lo que se valora es que se le supo dar un final a la historia, a pesar de que tal vez no sea del agrado todos.
Hay un constante Deja Vu en Dark. Es como si los creadores se hubieran nutrido de todo el imaginario generado por otras series, libros, películas relacionados con los viajes en el tiempo, la filosofía, el ocultismo, la mitología y las ciencias exactas. No es copia pero si una suerte de relación referencial.
Dark es maratoniable al 100 por ciento. Son solamente 24 episodios que se pueden ver, disfrutar y volver a ver, por si no se entiende, en un fin de semana.
Tal vez la tercera temporada quede por debajo de las anteriores por la necesidad de explicar todo, con muchos recursos, pero más que nada con la voz de algún personaje, y eso a veces resulta pesado.
Y por otro lado, parece que viendo los últimos tres capítulos se entiende toda la serie y eso, puede ser considerado un error.
¿Se merecía una cuarta temporada? Tal vez sí, tres ciclos y un cuarta dimensión.
Sin embargo, el concepto global es bien elevado.
Spoilers
Spoilers
Spoilers
Spoilers
Si llegaron hasta aquí quiere decir que no necesitan que les explique quién es quién.
Ahora es tiempo de explicar el final y para eso hay que ponerlo todo pata para arribas.
Dark, al final, es la historia de HG Tannhaus, el relojero que tiene habilidades de ingeniero. Un personaje que apareció poco, pero siempre con aportes importantes. Fue el introductor a muchos capítulos, el que reflexionaba y el que le daba el trasfondo científico a la acción.
A principios de la década de 1970, el hijo, la nuera y la nieta de Tannhaus mueren en un accidente de tránsito, y el relojero inventa una máquina para poder alterar la realidad y tratar de salvar, más no sea, a su nieta Charlotte, cuyo cuerpo desapareció y para él no está ni viva ni muerta.
Acciona la máquina en el muy citado año 1986 y esto crea dos mundos. En uno Mikkel viaja al pasado y se transforma en Michael y tiene a Jonas. En el otro no Mikkel no viaja y Jonas no existe.
Todo esto genera una serie de cruces que termina con la entrega de la bebé Charlotte a Tannhaus pero no se trata de su nieta sino del personaje que de grande se transformará en una detective de Policía.
Si hasta el momento se hablaba de ciclos, ahora se habla de nudos.
Los siguientes personajes en el orden de jerarquías son Adam y Eva, las versiones más desarrolladas de Jonas del mundo de Michael, y Martha del mundo sin Jonas. Mientras el primero quiere destruir todo, la segunda lucha por mantener la estructura de ciclos en pie.
Esto evidencia algo, Adam no es tan buen estratega como Eva, porque esta última logra que los ciclos sigan existiendo y el primero nunca logra destruirlos.
Luego viene Claudia, la ex directora de la planta nuclear. A lo largo de la historia aprende a dominar los viajes en el tiempo y los mundos. Su único objetivo es evitar la muerte de su hija Regina. Para esto logra encontrar una alternativa a la continuidad de los ciclos.
Debajo están Jonas y Martha del mundo sin Jonas, que conciben a un hijo sin nombre que tiene labio leporino y por lo general actúa en tres versiones: niño, adulto, y anciano.
Este hombre el padre de Tronte Nielsen, por ejemplo. Y esta es la gran revelación de la última temporada. Si no nace,no existe Tronte, Ullrich, Bartosz, Noah, Agnes, Mikkel, Michael, o sea, casi medio Winden.
La solución de Claudia es que Jonas y Marta logren viajar hasta el mundo de Tannhaus antes de que muriera su familia, eviten esto y así lograr que el relojero invente la máquina para modificar la realidad.
La pareja tiene éxito pero el precio que pagan es desaparecer junto con sus mundos.
En el final solamente quedan todos los que no tienen que ver con el linaje Kahnwald - Nielsen, aunque el spoiler final es que Hannah va a tener un hijo del policía tuerto y piensa llamarlo Jonas.
Ese final termina por hacerme pensar que tal vez todo el resto de la Historia no importa. La solución estaba por fuera de los ciclos. Lo único importante es Tannhaus.
Lo que no me gustó:
que todo se base en que Tannhaus pueda hacer una maquina que modifique la realidad no sé con cuál tecnología porque la de la década del 80 me parece que no alcanza.
que Claudia hable tanto y explique el plan en pocos minutos
el origen del Silja
Lo que me gustó:
El nacimiento de Sic Mundus
El destino de Ullrich
El destino de Egon
El elenco
El guión, a pesar de todo
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