La Corazonada es una película aburrida

"Aburrida" es la mejor palabra que define a La Corazonada, el primer largometraje argentino producido por Netflix y también el film que quedó al tope del ranking local en su semana de estreno en este servicio de streaming.

Es la precuela se Perdida, con la que comparte personaje principal. Se trata de Pipa la policía encarnada por Luciana Lopilato. Detrás de cámaras está el mismo director y guionista, Alejandro Montiel. Es una adaptación de la novela La Virgen en tus Ojos de Florencia Etcheves, una conocida periodista de policiales de Argentina.
El otro protagonista es Joaquín Furriel, quien interpreta al detective de policía Juanez. Y también está Rafael Ferro como un fiscal.
Hay que aclarar que el libro original se inspiraba en el crimen irresuelto de Solange Grabenheimer, por cuyo asesinato se acusó a una amiga llamada Lucila Frend. Esta última terminó siendo declarada inocente tras un proceso judicial que dejó en claro que la investigación fue mal realizada. Lo cierto es que la película Acusada ya había llevado esta historia a la pantalla grande, en el 2018 y gracias a eso se volvió a hablar del tema.
Volviendo a La Corazonada, la película tiene dos tramas. La principal tiene que ver con la posibilidad de que Juanez haya cometido un crimen perfecto en el que la víctima es un joven que está relacionado con su pasado. La secundaria es la investigación del homicidio de una joven en un departamento que aparentemente estaba cerrado y por el cual se acusa a su compañera de vivienda.
El inicio de la película es interesante porque presenta a los personajes principales a través de la acción aunque ya evidencia un vicio por explicar todo con palabras y no apelar a las imágenes para que se entienda la historia.
La mayor parte de las actuaciones parecen forzadas salvo la de Ferro que se desempeña con una naturalidad que lo distingue del resto. Furriel no alcanza a mostrar el carácter de un investigador frío y calculador, y Lopilato parece una actriz interpretando a una aprendiz de detective, con poco maquillaje en algunas escenas.
Hay largos diálogos que terminan aburriendo en situaciones en las que sobran las palabras. 
En el libro original la escritora bromeaba haciéndole decir a Juanez que solamente en las películas los crímenes se resuelven en 2 horas. Desgraciadamente, en La Corazonada los dos crímenes se resuelven en ese tiempo y de manera apresurada sobre todo la segunda trama. Y el final, por partida doble, es digno de una película de clase B desde un patético tiroteo en un muelle hasta el hallazgo de una pieza clave para determinar al responsable de la muerte de la joven en el departamento, en la mismísima estación de Policía.
Montiel es un director prolijo y capaz, pero con eso tampoco alcanza. Solamente se destaca un plano cenital sobre el final de la película.
Perdida, la película anterior tal vez no era mejor pero por lo menos presentaba algunas situaciones cuya explicación partía desde la acción.
Lamentablemente La Corazonada se pierde en su necesidad de exponer sentidos sin dejar espacio para la imaginación o la sospecha.


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