Cobra Kai: lo mejor y lo peor de la tercera temporada

La tercera temporada de Cobra Kai trajo muchas sorpresas para sus fans y también algunas decepciones.
Es la primera tanda de episodios que no se transmitieron por Youtube Premium sino por Netflix. La serie se ha vuelto más ambiciosa y se separa mucho de lo ocurrido en la primera temporada, cuando se basaba mucho más en el desarrollo de los personajes.
Para los que no lo saben (que deben ser muy pocos ya), Cobra Kai es la continuación de la saga cinematográfica de Karate Kid. Aborda las vidas de Johnny Lawrence (Michael Zabka) y Daniel LaRusso (Ralph Macchio) más de 30 años después de que se conocieron.
Lo que pasa en la tercera temporada muestra las derivaciones de la confrontación en la escuela que tuvieron los alumnos de Cobra Kai y Miyagi Do. La Comunidad está al borde de prohibir las competencias de Karate, Miguel (Xolo Maridueña) está paralítico; Robby (Tanner Buchanan) está prófugo; Samantha (Mary Mouser) tiene ataques de pánico; Tory (Peyton List) está furiosa; Daniel tiene problemas con su negocio; Jhonny siente culpa; y Jhon Kreese (Martin Kove) se está quedando con Cobra Kai y dándole su impronta violenta.

Lo bueno: 
- la serie crece. Sigue desarrollando el arco de los jóvenes, por un lado, y también apela a la nostalgia con la aparición de personajes que formaron parte de la saga cinematográfica
- sigue siendo una serie de personajes. El drama de Johnny la manera que tiene de tratar de solucionar los problemas es un ejemplo de esto. Se mantiene anclado a ciertas rutinas, pero reconoce sus errores. Estas transformaciones también se van a dar en Miguel, Hawk (Jacob Bertrand), Demetri (Gianni Decenzo), el propio Daniel. Lo interesante es que se apela a la acción para hacer más llevaderos los cambios.
- la nostalgia. Daniel deb viajar a Japón para tratar de solucionar los problemas de su empresa y aprovecha para visitar el escenario donde ocurrió Karate Kid Parte 2. Allí se reencontrará con una ex novia, un antiguo rival, y el recuerdo del señor Miyagi. Todo aprender más de una lección.
- la historia de Kreese. Le dan un trasfondo al rudo carácter que tiene el villano de la saga.
- el regreso de Ali. No sólo porque Elisabeth Shue la que mejor salió parada de Karate Kid, sino porque la manera en la que se reintroduce el personaje ayuda a mover las posiciones a Johnny y Daniel. El reencuentro es entre adultos que miran al pasado pero para entender su presente.

Lo peor:
- la ausencia de Aisha. El personaje desaparece y deja sin contención a Sam. Era como un puente entre la hija de Daniel y lo que experimentaban los alumnos de Cobra Kai.
- la recuperación milagrosa de Miguel. Es cómico lo que hace Johnny para recuperar a su alumno, pero también está muy forzada la velocidad con la que vuelve a las pistas.
- la trama Anakin Skywalker de Robby. Parece que va hacia el lado oscuro de la fuerza y no se nota nada original.
- las peleas entre jóvenes. Se nota una caída respecto a la segunda temporada. La pelea en la escuela se veía más realista que la que ocurre en la casa de Daniel. Las peleas entre adultos están bien, pero a veces no favorecen a las coreografias las angulaciones de cámara (por ejemplo, en el taller de autos).
- Kreese. Un personaje que no crece desde hace 40 años.
- Tori. La villana más villana de todas. Se vuelve una delincuente y lleva a sus compañeros por el mismo camino sólo por venganza. No cuadra con la construcción de los otros personajes que siempre tienen tiempo para expresar sus inquietudes.

Final:
La cuarta temporada de Cobra Kai puede ser uno de los mayores eventos del streaming por el lugar donde quedó la historia. Miyagi Do y Colmillo de Águila Do se unen para enfrentarse al Cobra Kai de Kreese en el torneo de Karate del valle. Un muy buen comienzo, ahora sí, más Netflix que nunca.



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