El mandaloriano,temporada 3: un bello desastre con un final apresurado

 


¿Qué pasó?

La temporada 3 ha sido la peor de la serie The Mandalorian a pesar de que se ve preciosa.

Cuesta creer que un producto audiovisual de calidad, con destacable fotografía, ejemplar montaje, vistosos combates y poderosas escenas de acción se sienta tan desbalanceado.

Y al final parece que si toda la trama de la temporada hubiera sido lo que pasó en los últimos dos capítulos, pero más desarrollado y con menor apresuramiento, la evaluación hubiese sido más positiva.

El mejor producto de Disney+ no pudo superar el desafío de liberar a Grogu para que luciera mucho más que como un anuncio de venta de muñecos de peluche (adorables, por cierto). Sigue siendo el ET que salva la situación en el último minuto y hace cosas cómicas.

Los productores tienen buenas ideas, como la de mostrar los torpes intentos de la Nueva República por tratar de integrar a los soldados y robots imperiales, pero las tramas son aburridas o estrafalarias.

Lo peor es que para entender donde comienza la tercera temporada se tuvo que haber visto El libro de Boba Fett. Porque el Mando que dejó el final de la segunda temporada, era muy distinto al que se ve en esta tercera. El solo gesto de quitarse el casco ya era revolucionario ante el fundamentalismo de los ortodoxos. Pero no, ahora Mando quiere volver al credo y para eso necesita bañarse en las aguas de Mandalore, y esa es la punta del ovillo.

Y para todos aquellos que no vieron y no quieren ver Star Wars Rebels o Clone Wars faltó un capítulo que mostrara los últimos días de ese mundo guerrero como para que le tomasen un poco de cariño. Para los que vieron solamente las películas de Star Wars, Mandalore no existe o es algo difuso.

Paréntesis: esa misma audiencia será la que se pregunte en unos meses quién es Ahsoka, y cuando se lo expliquen volverá a preguntar "¿quién?".

Esta temporada tuvo una caída de audiencia con respecto a las anteriores. Podría deberse a todo el grupo de fans que esperaba una temporada en la que Grogu fuera entrenado por Luke Skywalker, y Mando tuviera nuevas aventuras.

En cambio tuvieron la opción de ver el tour de force de Bo-Katan y lo que queda de las tribus mandalorianas.

Ojo, ver a los mandalorianos en acción siempre impresiona, en la tierra o en el cielo.

Moff Gideon es un villano maravilloso a pesar de que en esta temporada tiene debilidad por contar sus planes a sus enemigos a pesar de que nadie se lo pide. Y sí, esa es una falla del guión, que no se da tiempo para explicar lo que pasa de una manera que sugiera que se cree que el público tiene algo de imaginación e inteligencia.

Al final, el sable oscuro resulta ser un macguffin. 

¿Qué pasó con los mutantes de Mandalore que se presentan en el primer episodio? No importa.

¿A dónde fueron los tie fighter tras atacar la nave mandaloreana? Se murieron.

¿Cómo llega meca Grogu del pasillo al lugar a donde estaba Mando siendo trasladado por sus captores?

¿En serio los tres guardias pretorianos no pueden cazar a un ser pequeñín?

Pero bueno, el final por lo menos cierra la mayor parte de las tramas, a toda velocidad, y le da un final a la historia de Mando y Grogu… ah no, hay una cuarta temporada en carpeta.

Mientras Disney solamente quiera reproducir la franquicia y no contar historia, sus producciones seguirán dividiendo opiniones. 




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