Georges Melies fue uno de los más grandes creadores de la historia del cine, cuando todavía no se sabía cómo se hacía el cine. Buena parte de los trucos creados a través de los movimientos de cámara, juego de planos y montaje fueron inventados por acierto o por error por este mago francés.
Como todo pionero, fue olvidado y se refugió en la Estación de Trenes de París. Un amante de su cine lo descubrió allí y logró recuperarlo justo a tiempo. En la actualidad Melies es reconocido como uno de los mayores creadores del séptimo arte.
Brian Selznik escribió el libro «La invención de Hugo Cabret» en homenaje a esa historia ambientada en el París de la década de 1920, introduciendo elementos propios de la ficción. Martin Scorsese tomó el libro y como se dio cuenta de que en verdad Cabret no inventaba nada, le puso solamente «Hugo» a su película, pero al llegar al mercado latinoamericano las distribuidoras le restituyeron el título original demostrando que en realidad nunca ven lo que venden.
«Hugo» es una película infantil de esas enormes que ya no se hacían más desde hace rato, salvo para la televisión. Es como la representación de las obras de Charles Dickens pero fuera de Inglaterra.
Scorsese demuestra que puede filmar cine sin mafiosos y homicidios y con una fotografía que impresiona. Desde el estreno de la película no han parado los halagos a la secuencia inicial que permite ir desde una visión panorámica de París hasta el interior de un reloj donde está trabajando el personaje principal.
Justamente ese muchacho (Asa Butterfield) de muy corta edad se encarga de dar cuerda a todos los relojes de la estación sin que nadie lo sepa y transformándose en un ladrón de comida, perseguido por el comisario del lugar (Sacha Baron Cohen). El niño necesita engranajes para hacer funcionar un autómata que heredó de su padre. En la búsqueda de esa mercancía se encontrará con un viejo (Ben Kingsley) que vende juguetes en una tienda de mala muerte.
El hombre tiene una sobrina aventurera llamada Isabelle (la genial Chloë Grace Moretz) que lo ayudará a completar la empresa.
Es una película muy entretenida que se basa en el amor al cine, más que nada. Solamente quien guste de este arte puede disfrutar con la reproducción de algunos de los trucos primigenios en los momentos en los que la industria todavía no se desarrollaba.
Hasta aparece Christopher Lee como un vendedor de libros.
Para tratar de encontrar alguien parecido a George Melies en la actualidad hay que dirigirse a otro francés, Michel Gondry, quien en películas como «be kind, rewind» y «El Avispón Verde» ha desmotrado que se pueden generar efectos visuales de manera física sin necesidad de apelar a la computadora.
Scorsese disfruta el film y hasta hace un cameo interpretando a un fotógrafo de principios de siglo. El director tal hubiera merecido un Oscar por su película sobre las películas, pero justo se le cruzó en el camino «El artista», una película francesa que habla sobre el mundo del cine mudo en la década de 1920.
Características especiales
- Filmando la Luna (el detrás de escena de Hugo): esta es el documental sobre la filmación de la película. De corte tradicional, va pasando por los distintos items sin demasiado problema (trama, director, actores, etc). Lo más divertido es que Scorsese comenta que hizo esta película para que la viera su hija menor, que nunca había podido ver otras de sus producciones porque no son aptas para menores de edad. También hay dibujos del libro original que sirven para comprarlos con las escenas de la película.
Escenas
16 escenas divididas en 4 pantallas.
Configuración
Audio: inglés, francés, español y descripción en inglés. Subtítulos: idem.
es algo maravilloso
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