El cine de Boyle impacta por tres razones: el aspecto visual, el montaje y el sonido. Este director británico, ganador del Óscar, nunca defrauda con la fusión entre sus secuencias de imágenes y la banda de sonido.
"En trance", no es la excepción. Eso sí, el tema es extraño. Este es un thriller sobre la hipnosis protagonizado por Dawson, James McAvoy y Vicent Cassel. La primera hace de Elizabeth, una psiquiatra especialista en hipnosis, el segundo a Simon, el responsable de la seguridad de una galería de arte, y el Tercero de Franck, el líder de un singular grupo de ladrones.
El detonante de la acción es el robo de una pintura de Goya, "El vuelo de las brujas". La obra de arte se pierde, y el único lugar en el que están las pistas para encontrarla están en la cabeza de Simon. Franck contrata a Elizabeth para que hipnotice al joven y extraiga ese misterio. Lo que el ladrón no sabe es que la terapia puede disparar una serie de hecho fatales que tal vez no pueda contralar.
"Un recuerdo no se olvida. Se encierra en una jaula", dice Elizabeth en un momento.
Lo más loco, es que según esta historia, todas las personas son sugestionables y manipulables.
Aunque no lo parezca a primera vista, Dawson interpreta al personaje principal, y McAvoy repite en algunos aspectos al personaje que encarnó en "Wanted".
Boyle plantea el desarrollo de la película de tal manera, que por momentos se confunden la realidad con los pensamientos. Esto puede resultar tedioso para algún espectador que quiere que le den señales claras sobre la manera en la debe construir el sentido de la historia.
Las imágenes son espectaculares.
Puede que alguien muy avispado se de cuenta de como se resolverá el misterio a los 60 minutos, y que los giros del final no son más que decorativos. Es como Boyle en su intento por reafirmar la importancia de la culpa y la negación se pierde en los 40 minutos más.
En ese otro trance, los personajes se revelan de otra manera y hasta se transforman en sus opuestos. El juego de "no todo es lo que parece", puede resultar interesante.
Boyle seguirá siendo un director de cine único, que hace lo que realmente quiere, sin miedo a fracasar. Hizo "Trainspotting", "Exterminio", "Slumdog Millionaire" y "127 horas", pero también "Vida sin reglas", "La playa", "Sunshine: alerta solar". Con la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres, "En trance" queda en el medio. Es una película para ver una o mil veces si se es rebuscado y exigente, o ninguna, si no se quiere perder el tiempo en un berenjenal.
Yapa: en el video que acompaña este artículo se puede ver parte del "desnudo artístico" de Rosario Dawson.
Extras
Hipnoterapia: David Oakely, Psicólogo Clínico, tiene dos partes: el trance hipnótico y la sugestión Boyle comenta que entre el 5 y el 10 por ciento de las personas son altamente sugestionables. De hecho, sostiene que esta es la gente que suelen elegir los hipnotizadores conocidos para hacer sus presentaciones y no actores, como se cree. Agrega que hay una censura adyacente entre los hipnotizadores porque podrían hacer que una persona podría hacer cualquier cosa.
Por otro lado, se hace hincapié en el trabajo sobre su voz que realizó Rosario Dawson para interpretar a la hipnotizadora. Se destaca la labor del responsable del sonido, Simon Hayes, en las sesiones de grabación de el aspecto: En este caso, se habla sobre el aspecto visual de la película y los recursos con los cuales se dotaron a los planos para contar la historia. Anthony Dod Mantle, director de fotografía, explica el proceso realizado. Dawson recuerda como lo veía colocar filtros delante de los lentes de la cámara. Boyle explica que el sentido del aspecto visual de la película es que “A veces uno no puede confiar en todo lo que ve sus ojos”. Se da a conocer que la secuencia del depósito de las pinturas robadas se filmó en la capilla Le Corbusier de Ronchamp, en Francia. Se justifica la elección de la pintura “El vuelo de las brujas” de Francisco Goya, diciendo que este último fue el primer pintor psicológico. Hay una explicación de la obra que la liga con el argumento de la película.
La reescritura final: En este apartado, Boyle cuenta como realizó el proceso de montaje de la película. También se expresa sobre la importancia de este segmento de la elaboración de cualquier film, porque le da el sentido final al guion. De allí que se considere que es una reescritura final.
El trailer para cines: Finalmente, se presenta el trailer con el que se promocionó la película en los cines.
Escenas: 28 escenas divididas en 7 pantallas
En un inicio no se me hizo una película atractiva, pero cuando supe que dentro de su trama había un poco sobre la hipnosis, le éche un vistazo. Mi interés por este tipo de temas surgió a raíz de ver la serie El Hipnotizador , una producción que ha rebasado fronteras y las expectativas de muchos, como yo, que creímos que este tipo de aspectos en una historia no sería exitosa. La recomiendo ver, igual.
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