La producción se anunció en el 2008 con la participación de Ellen Page y terminó estrenándose en el 2012 sin la actriz de "Hard Candy" y "X Men". Los roles principales cayeron en Riley Keough (Jack), la nieta de Elvis Prestley; y Juno Temple (Diana) una especialista en hacer de chica rara (Como es el caso de Magic Magic).
Keough es muy bonita y tiene facciones que la hacen parecer a Kristen Stewart, la actriz de "Crepúsculo". Supo compartir reparto en "The Runnaways", pero no como hermana, por cierto.
La cuestión es que Page, cuando iba a protagonizar la película, alguna vez cuando le preguntaron de qué iba el argumento dijo que se trataba de "Mujeres lobo lesbianas", y ese sello le quedó para siempre a la producción.
Nada más alejado de eso. Esta es la historia de un flechazo que se tiene que sobreponer a todo. En el medio hay unas animaciones más bien siniestras de cabello recorriendo las entrañas de alguna criatura deforme.
Jack, que es skater, lleva la iniciativa y Diane aporta su verdad a cuenta gotas. Los diálogos son breves, fracturados, llenos de silencios. Esto aburre.
Hay una subtrama en la que aparece la hermana de Diana que no aporta mucho a la historia.
¿Hay sexo? Poco y nada, y más bien referido. Hay metáforas como el sangrado de la nariz que refieren la pérdida de la inocencia, y unos monstruos que van del sueño a la realidad y parecen hablar de la animalidad de la pasión.
Esos bichos raros serán los que aportarán los tres momentos de susto de la historia, y nada más.
Lo que sí está bueno es algo que tiene en común con la serie "Sons of Anarchy", los efectos de los golpes duran. Por ejemplo, el bello rostro de Jack se ve afectado por un golpe que la acompaña hasta el final.
Lo otro que es como una yapa es la presencia de Kiley Minogue, que hace de una vieja lesbiana llena de tatuajes que no quiere otra cosa que pasarla bien con Jack.
La película fue un desastre en la taquilla. Recaudó cerca de 1.000 dólares.
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