Kimi: la película a la que le falta un De Palma

 


En streming.

Kimi es una película dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Zoë Kravitz quien interpreta a Ángela, una controladora de un asistente virtual llamado Kimi, que sufre de agorafobia, y descubre, sin querer, que se ha cometido un crimen. Todo en medio de la pandemia de coronavirus.

Se estrenó en enero de 2022 en HBO Max.

El guión es obra de David Koepp, quien tiene en su haber los textos de las memorables Parque Jurásico y Misión Imposihle, pero también de las olvidables continuaciones de El Código Da Vinci.

Un thriller sin muchas vueltas y justito, que se atreve a cuestionar, aunque sin mucho vuelo, las polémicas sobre el respeto de la privacidad en épocas donde hay equipos electrónicos que están escuchando a los usuarios.

La película comienza con un alto ekecutivo de la empresa Amygdala dando una entrevista sobre la inminente salida a la bolsa de valores de las scciones de la firma gracias al asistente virtual Kimi.

El personaje es fundamental no sólo por el lugar que ocupará en el resto de la trama sino porque sienta las bases del relato. Explica que la diferencia entre Kimi y otros asistentes como Alexa o Siri, de Amazon y Apple, respectivamente, es que los problemas de interpretación que generan respuestas erróneas o la nada misma, son solucionados por personas de carne y hueso. Es decir, acepta que hay gente escuchando a los usuarios, pero, supuestamente, solamenre cuando surge un error de funcionamiento.

Bustamente, el trabajo de Ángela es solucionar los errores de Kimi. Ella tiene un trauma que no le permite salir de su departamento pero sí tener amante y mantener relaciones íntimas sin correr las cortinas a pesar de que frente a su ventana hay innumerables departamentos y un vecino con binoculares.

Una tarde en la que está realizando su trabajo escucha una grabación y comienza a investigar si se ha cometido uno o varios crímenes. No sabe que se deberá enfrentar a un poder oculto y con múltiples herramientas tecnológicas.


La realidad


Volviendo a la realidad, los asistentes virtuales han sido fuente de polémicas porque necesitan mantener en funcionamiento sus micrófonos para poder captar el comando de activación ya sea "Alexa" o "OK Google". Hace unos años la Justicia de Estados Unidos pidió investigar si un dispositivo de Amazon había grabado el audio durante el homicidio de una mujer, por ejemplo.

Existe el temor de que los equipos ya sean en su formato de bocina o incorporados en los teléfonos celulares, escuchen lo que dicen los usuarios, no porque a las empresas les interesen los detalles particulares de una vida sino los datos que permitan desarrollar estrategias comerciales más efectivas.

Por lo general, las empresas admiten que se graban ciertos pedidos, pero sólo para poder solucionar problemas y en pos de que el asistente aprenda cada vez un poco más sobre los modos de expresarse de las personas para brindarles un mejor servicio.

O sea, Kimi parte de un tema actual y lo nutre con algo más de ciencia ficción, aunque no tanta. 

Lo que ocurre es que todo pasa muy rápido y los giros no se salen de lo más común del género policial informático: hackers, asesinos a sueldo, persecuciones. Falta ese momento más extenso de debate sobre si revelar un secreto o no y desasosiego de encontrarse ante un aparato enorme, con cientos de niveles de decisión cruzados. La Red Social, de David Fincher, era más intensa sin necesitar de un solo tiro, por ejemplo.

Y luego, Kimi, como asistente, no hace mucho más que Alexa, Siei, Google y Cortona. Es una herramienta al servicio de la empresa y de los usuarios.

A esto hay que sumarle que Steven Soderbergh no aporta casi nada de su modo de hacer cine. No hay charlas casuales que aporten información, no hay giros de último momento.

Hay muchas situaciones forzadss y conveniencias.

De hecho, su anterior película para HBO Max,No Sudden Move, era un thriller de gansters basado en hechos reales que resultaba más interesante y tenía más suspenso.

Tal vez si a Kimi la hubiera dirigido Brian De Palma otra hubiera sido la cuestión.


Homenajes a Hitchcock y a Cortazar


La manera en la que Ángela mira por los ventanales de su departamento y también escucha las grabaciones de Kimi no hacen más que recordar a La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock y Las babas de diablo de Julio Cortazar.

En la película La Ventana Indiscreta de 1954 un fotógrafo forzado a quedarse en su casa toma el hábito de ver lo que hacen los vecinos de otros departamentos y cree ver algo malo.

En el cuento Las Babas del Diablo, de 1959, un fotógrafo que sale a tomar imágenes en un parque, al momento de revelarlas, se da cuenta de allí quedó plasmada una situación turbia que él no vio en primera instancia 

En 1966 Las Babas del Diablo se transformó en película dando el argumento a Blow Up. 

En 1974 Francis Ford Coppila estrena La conversación, sobre un espía que se deja llevar por lo que escucha con micrófonos ocultos.

En 1977 Julio Cortazar publica Apocalipsis de Solentiname. Otra de diapositivas que muestran cosas sobrecogedoras y recuerda como Las Babas del Diablo se transformó en película.

Ese mismo año Mel Brooks dirige Máxima Ansiedad, una parodia del cine de suspenso, principalmente de Hitchcock. En una escena un personaje amplía una foto al estilo Blow up.

En 1981 se estrena Blow Out, de Brian De Palma, donde un técnico de sonido graba,sin querer, lo que sería la prueba de un homicidio.

La historia fue muchas veces contada. Lo que pasa es que en todos estos casos anteriores, los protagonistas se enfrentaban a la duda sobre su conducta y la veracidad de lo que creían haber visto o escuchado. En Kimi la trama va a toda velocidad, como si quisieran que todo terminara rápidamente.

La película tiene un final para su trama principal, pero deja abiertas muchas incógnitas.

Se deja ver, pero no da para volver a verla.


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